9 de febrero de 2016

Castellón o la torre de Babel

Como ya sabéis, el anillamiento es una técnica muy importante para poder conocer muchos aspectos de la vida de las aves que de otra manera pasarían desapercibidos. Y no hay duda, el anillamiento sin las recuperaciones sería tan triste como Epi sin Blas o menos interesante que un pan sin chocolate…

Epi y Blas, amigos y ornitólogos


Y aunque lo hemos dicho en otras ocasiones, lo repetimos y repetiremos tantas veces como haga falta porque a cansinos no nos gana nadie. La recaptura de aves, y por tanto la generación de información de gran importancia, no se limita al colectivo de anilladores. Cualquiera puede leer la anilla metálica de un pájaro sin necesidad de capturarlo (lamentablemente lo más habitual es que pase con individuos muertos) y tramitar la información aquí. Pero también puede ser que seamos más afortunados y observemos aves que lleven anillas de observación a distancia, que como su nombre indica, están prepararadas para identificar ejemplares sin necesidad de capturarlos (mediante fotografías o con prismáticos/telescopios). Entre los mejores ejemplos que se nos ocurren están precisamente nuestros proyectos de estudio de acentor alpino (Prunella collaris) y chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), que ya cuentan con relevantes observaciones de ornitólogos no-anilladores. Pero por dejarnos el ego a un lado (pese a ser tan molones), hoy pondremos otro ejemplo…

Nuestro compañero Pepe Greño, además de anillar también hace seguimientos de aves en diferentes zonas, como es el Puerto de Castellón. Allí suele leer, mediante el uso de telescopio, anillas de PVC de numerosas especies. Estas son por lo general aves marinas, aunque hay casos curiosos como por ejemplo el de un aguilucho cenizo vallisoletano que tuvo a bien acercarse a probar una paella. Pues bien, para que veais lo interesante que puede ser la labor de lectura de anillas, os ponemos un mapita con los origenes de las aves leídas únicamente a lo largo de 3 sesiones la semana pasada…

Las líneas azules corresponden a gaviotas sombrías (Larus fuscus), la blanca a gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus), las rojas a gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus), la verde a gaviota patiamarilla (Larus michahellis) y la amarilla, muy pequeña, a gaviotas de audouin (Larus audouinii)


En total son 19 individuos de 5 especies y con origenes tan variados como el Delta del Ebro, Argelia, Turquía o Dinamarca. Visto esto, ¿no crees que entre todos tenemos un potencial enorme para obtener una gran cantidad de información que nos permita conocer mejor a las aves, y por tanto, saber como protegerlas? No lo dejes todo en nuestras manos… pon tus ojos y ayúdanos. 

Y como premio a los ojos, algunas fotos, para que ver anillas, y especies de gaviotas... que pese a lo que podáis creer, no son todas iguales :P

 Gaviota patiamarilla anillada en Argelia

Gaviota de Audouin anillada en España 

 Gaviota reidora anillada en Holanda

 Gaviota cabecinegra anillada en Turquía

Gaviota sombría anillada en Bélgica

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